Who are you?
Rompiendo estereotipos...
El lugar de una mujer es donde ella quiera estar y como quiera estar; ser mujer y estar desnuda, se convierte en dicotomía frente a las miradas, las mujeres solemos ser blanco de atención por nuestra apariencia al ir vestidas, así que ir desnudas es convertirse muchas veces en un anuncio ambulante a la curiosidad.
Llevar la piel por completo al descubierto conlleva para la gran parte de las personas una compleja realidad, forma parte de esas minorías en el mundo que quienes las vemos con normalidad, tratamos de lograr su aceptación.
Ir al natural, con este traje único creado a tu medida, siendo mujer, significa tantas veces que sea interpretado de manera errónea; desvestir el cuerpo va más allá de quitarse la ropa, es valentía, libertad, luchar por ser quien eres, aceptarse a si misma en tantos aspectos.
Una de mis primeras experiencias sociales al desnudo me recuerda cuan nerviosa estaba, era desvestir temores infundados, pero sobre todo, el estar ahí por primera vez, era una aventura que consideraba imposible.
Mi temor tal vez no era palpable a simple vista, sin embargo mi mente se agitaba sin parar, olas de inseguridad que creí no padecer se adueñaban de mí, mientras mi acompañante como pez en el agua nunca lo intuyó siquiera, hasta que se lo conté tiempo después.
En aquel ascensor de sentimientos —lo digo literalmente— nos elevamos aproximadamente a 138 metros del suelo en una plataforma móvil, en el paseo marítimo de Brighton; fue mi cápsula para ver este nuevo comienzo, así como su nombre "I360", pude observar en 360° no solo la ciudad y el mar, sino lo sencillo de estar entre quizá 100 o más personas sin importar formas, colores, diferencias, ni distancias culturales, simplemente éramos personas disfrutando de las vistas y la libertad de sentirse a gusto de la manera que decidimos ¡Al desnudo!
Mis miedos desaparecidos en acción con solo quitarme la ropa y chapotear sin duda en aquel momento, donde nadie reparó más que en su propio mundo, era alucinante estar rodeada de esa visión de normalidad frente al desnudo, tal vez soy muy afortunada, mi inmersión en este nuevo comienzo fue colmada de afinidad.
Sin embargo, transitar buscando en cada espacio esa naturalidad de aquel día, muchas veces no es lo común; retomando más aún, lo difícil que puede resultar estar al desnudo siendo mujer frente a miradas de todo tipo: aprobación, reprobación, sensualización, sexualización, cuestiones morales y pare de contar.
Seguro para los hombres también resulte difícil afrontar su desnudez en medio de los ambientes, pero siento que la mayor focalización va hacia el cuerpo femenino y tantos conceptos aplicados indiscriminadamente; desde lo que la sociedad cree de buen aspecto, hasta lo que la misma considera apropiado de ver y catalogar.
He notado que la presencia de la mujer a nivel nudista es claramente reducida en muchos casos, habitual resulta ver la participación masculina en mayor proporción en actividades de este tipo y las preguntas siempre quedan rodando, será que nos viste el temor de los conceptos, así como la desigualdad de criterios para definir lo aceptable entre femeninos y masculinos, también es verdad que no queremos formar parte de galerías fotográficas no pedidas ni autorizadas; sencillamente, pienso que queremos ser libres, al prescindir de imprevistos previstos y gozar de la libertad que cualquiera puede aspirar desvestir.
Deshojar algo implica la búsqueda de un interior colmado de sorpresas, derribar estereotipos una tarea compleja pero posible; desnudar el alma, una metáfora absolutamente acertada para comprender que la libertad va más allá de lo que se ve.
Who are you?
Quien tú quieras ser!!!







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